Sí, ya sé que no son la quintaesencia de la calidad. Arrow (los miércoles en Calle13) es una serie bastante mejorable, al igual que la película Robocop. Pero entre las dos hay similitudes, aparte de su enorme potencial para mejorar. Un superhéroe tiene como misión salvar su ciudad, su patria chica, de los cabrones de las corporaciones, de los millonarios avariciosos, que suben los precios, que especulan, que intentan privatizarlo todo. En el caso de Robocop es en un futuro no muy lejano (la peli tiene unos 25 años) en un Detroit castigado por una corporación llamada OCP y por un montón de bandas de narcos. En la trama el personaje del héroe debe luchar contra su programación para que prevalezca su parte humana, en una metáfora de lo que es el resto de la película, las grandes empresas contra el ciudadano medio. En el caso de Arrow el protagonista es un antiguo niño pijo que lucha por un extraño sentido de la responsabilidad, heredada de un padre que intentaba cambiar de empresario cabrón a otra cosa, no demasiado aclarada. Desgraciadamente el personaje es más plano que el encefalograma de la ministra Báñez y las referencias más cercanas a Batman y Robin Hood que al cyborg de la película.
He oído que se prepara un remake de la película, espero que guarde algún parecido con la original, a la que tengo (a pesar de que crea que no es muy buena) bastante cariño.
viernes, 21 de diciembre de 2012
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