
Anoche no me importaban ni los gritos de "soy español", ni los vivas a españa, ni nada. Celebramos el gol una y otra vez, en cada repetición. Cantamos el "we are the champions" todas las veces que hizo falta, nos abrazamos con cada gol de futbolín que metimos después, como si los hubiera marcado ese fantasma de Albacete, ese tipo tan grande que es Andrés Iniesta, el autor de los goles más agónicos que he visto.
Pd.- Oeé, oeoeoe, oeeé, oé. En la foto Alejandro Finisterre, inventor del futbolín.